Echémolo a suerte. Lancemos la moneda al aire y dejemos que sea ella quien elija. Tú cara, yo cruz. Resulta fácil. Demasiado fácil para lo que está en juego. Asique para complicarlo si sale cara, deberás contar las vueltas exactas que de sobre si misma antes de que quede totalmente inmóvil en el suelo, y si lo consigues tú ganas. Y si sale cruz, mmm… si sale cruz te contaré los días que no pienso en ti, las veces que no te he dicho te quiero, las noches que no he soñado contigo, las veces que no he necesitado de ti un abrazo… o si quieres ¡te lo cuento al revés!
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