Tumbarnos en mi cama, sin detenernos a pesar ni un instante en el paso del tiempo. No hay problemas, no hay preocupaciones; aferrada a tus brazos, donde mi mundo empieza y termina en tus besos. Donde no hay más nada que un nosotros, donde nadie nos puede separar. Donde nos amemos sin que nadie nos quite las ansias de tenernos el uno al otro.
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